La calidad y cantidad de las horas de sueño repercuten en nuestra salud. Malos hábitos de sueño ocasionan alteraciones metabólicas, y se relacionan con obesidad y sobrepeso. Para el tratamiento y la disminución del riesgo para estas enfermedades se deben considerar más factores que sólo la dieta y la actividad física. Se recomienda a la población en general cumplir con las horas de sueño recomendadas al día.

Las causas de la obesidad son los cambios debidos al estilo de vida y a la dieta moderna. Sin embargo, estudios recientes han demostrado otros factores involucrados, entre ellos la falta de sueño.

Las recomendaciones usuales para evitar la ganancia de peso han sido dieta saludable y ejercicio. A pesar de los esfuerzos, el peso corporal sigue incrementando en todos los grupos de edad. Este problema es multifactorial y necesita un abordaje desde otros puntos de vista, además de la dieta saludable y el ejercicio (Biyong, 2015).

Dormir es un proceso restaurador del cerebro y es importante para el adecuado funcionamiento de todo el cuerpo. La disminución de la duración del sueño y el incremento de los problemas del mismo, son preocupantes por su impacto negativo en la salud general, no sólo mental.

La duración de la exposición a la oscuridad y la organización general de los ritmos circadianos por la exposición de la luz artificial después del atardecer y antes del amanecer, resultan en irnos a acostar más tarde, reducción del tiempo total de sueño y la oportunidad de estar activo e ingerir alimento durante la noche (Beccuti, 2011).

¿Por qué estamos durmiendo menos? Los estudios muestran que vamos a dormir más tarde de lo que lo hacíamos antes. Al mismo tiempo, nos levantamos cada vez más temprano. Algunos factores involucrados son: el avance de los medios de comunicación, cambios en nuestros hábitos dietéticos, cambios de actividades en tiempos de ocio y las formas de trabajo, entre otros que influencian los hábitos de dormir y la calidad de vida.

Los mecanismos por los que falta de horas de dormir está ligada al sobrepeso y obesidad son cambios metabólicos y endócrinos que disminuyen la tolerancia a la glucosa e incrementan el apetito (Biyong, 2015).

La alimentación representa el mayor sincronizador de los ciclos circadianos, que afecta todos los tejidos. La alimentación a horas tardías de la noche lleva a la desincronización de estos ciclos. En un estudio de trabajadores con turno nocturno se observaron alteraciones cardiometabolicas y riesgo incrementado para síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular.

El incremento en la prevalencia de obesidad es paralelo a la tendencia de la reducción de las horas de dormir en adultos y niños.

Estudios muestran que la restricción de las horas de dormir lleva a alteraciones hormonales, que pueden favorecer el incremento de ingesta de calorías y disminuir el gasto energético, lo que conlleva a ganar peso.

Dormir es un importante modulador de la función neuroendocrina y del metabolismo de la glucosa. La disminución de las horas de dormir resulta en alteraciones metabólicas y endocrinas tales como: disminución de la tolerancia a la glucosa, disminución de la sensibilidad a la insulina, incremento en las concentraciones de cortisol, incremento en los niveles de grelina, disminución de los niveles de leptina e incremento en el hambre y apetito

La evidencia actual apoya la recomendación de cantidades suficientes de sueño en pacientes con riesgo de obesidad (Beccuti, 2011).

Recomendaciones de horas de sueño al día

Edad Cantidad de sueño recomendada
Recién nacidos 16–18 horas al día
Preescolares 11–12 horas al día
Escolares Al menos10 horas al día
Adolescentes 9–10 horas al día
Adultos 7–8 horas al día*

(NIH, 2012)

*Cada vez que no cubres tu cuota de sueño al día, tienes una deuda de sueño. Por ejemplo, si duermes 5 horas al día tienes una deuda de sueño de 2 horas, en cuyo caso debes dormir 9 horas o más al día siguiente para recuperarlo (Watson, 2015).

 

Fuente:

Beccuti G, Pannain S. Sleep and obesity. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2011;14(4):402-412.

Biyong I, Buildman BB, Boafo A, Ghanem Q. Sleep and obesity, a preliminary study conducted at the sleep laboratory at Monfort Hospital. Rev Archiv Neurol and Psiquiatr. 2012:153(5):214-220.

National Institutes of Health. How much sleep is enough?. 2012. Disponible en: https://www.nhlbi.nih.gov/health/health-topics/topics/sdd/howmuch (última revisión 02/oct/2015).

Watson N, Badr MS, Belendy G, Billwise DL, Buxton OM, Buysse D, et al. Recommended Amount of Sleep for a Healthy Adult: A Joint Consensus Statement of the American Academy of Sleep Medicine and Sleep Research Society. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2015;11(6):591-592.